Amparado en pequeños
rastrojos helados de complicidad,luchando por el no entumecimiento de una mente
fría y calculadora.
Sollozas de rabia e
impotencia,pequeños copos blancos que te recuerdan el daño que pueden hacer los
vientos helados que silban con fuerza desde labios antes cálidos y
ardientes,deseosos de saborear la humillación de la derrota,en injustos
encuentros desnivelados de odio y comprensión.
Oscuros pensamientos surcan
los mares revueltos,con tormentas agónicas de fondo,dejando ver la negrura de
la inmensidad,tapando con nubes negras,los pequeños rayos de luz y
esperanza,que marcan el camino de vuelta a tierra firme.
Mundos engañosos se ofrecen
al final del camino,amparando una pequeña falsa felicidad,posando victorioso la
mejor de las
sonrisas,dejando el alma
encerrada en el pozo del olvido.
Cuerpos dejándose arrastrar
por el movimiento de las olas,sin decisión propia de hacia que dirección
seguir,salvo donde te lleve la marea incontrolable,alejándote del bote
salvavidas anclado en el fondo del corazón.
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